El arte y la literatura, una relación constante.§
Laura Sillas
Leer es un acto de rebeldía e
insatisfacción, dice la escritora Mónica Lavín, en su libro Leo, luego escribo;
en estos días en los que se realiza la Quinta Feria Nacional del Libro y la
Lectura Michoacán 2012, practiquemos estos actos de descontento y acerquémonos
a las publicaciones literarias, que son parte de los alicientes que hacen más
placentera la cotidianidad del individuo en este mundo, y con más razón si se
trata de temáticas relacionadas con las artes.
Con frecuencia somos bombardeados
de los beneficios de tener el hábito de la lectura, sin embargo pareciera que
mientras más se habla de sus bondades más apatía se genera, por ello más allá
de hacer una apología del acto de leer hagamos un recorrido por algunas obras
que vienen a la mente cuando se piensa en arte y literatura.
En la relación entre el arte y la
literatura podemos observar dos constantes, una de ellas es cuando la
literatura hace uso de las artes para que sean elementos importantes en sus
obras y la segunda cuando las artes son inspiradas por la literatura para
realizar sus creaciones artísticas.
La literatura y su relación con
las artes, data desde la Antigüedad, la escultura de Laocoonte y sus hijos, fue
inspiración del pasaje narrado por Virgilio en su obra literaria Eneida. Se
representa al sacerdote troyano homónimo y a sus hijos luchando contra las
serpientes marinas que los dioses les enviaron, ya que Laocoonte había
desconfiado del caballo griego, que sería luego la perdición de Troya.
Ambas disciplinas se nutren y sus
resultados han sido las extraordinarias creaciones que existen a lo largo de
sus trayectorias; cuál hubiese sido el resultado de la novela clásica, El
retrato de Dorian Gray, si Oscar Wilde no hubiese encontrado en la pintura un
elemento central en su obra para exponer la soberbia de la condición humana.
El resultado de la novela El
túnel, de Ernesto Sábato, no tendría la riqueza que emana de ella sin las
descripciones de la pintura realizada por Juan Pablo Castel, personaje
principal de la misma, en la que Sábato habla de la obra con tal precisión que
transmite al lector la imagen de una ventana pintada como elemento simbólico
para tratar de entender parte del tormento psicológico que vive el pintor.
La literatura no ha sido
indiferente con la música, en el cuento \"Olaff oye tocar a
Rachmaninoff\", del escritor Cary Kerner, se describen con tal precisión
los acordes emitidos por el piano, que pareciera que el lector se encuentra en
la sala de concierto disfrutando de la música al igual que los personajes
narrados en el relato.
El teatro y la danza también han
establecido relaciones de paralelismo con la literatura, por ejemplo han sido
adaptados poemas de Rosario Castellanos a puestas dancísticas, haciendo uso del
discurso poético para mostrar la relación que puede haber entre estas artes.
Antes de concluir y retomar el
motivo de la presente colaboración de hoy, vale la pena hacer una última parada
en el pensamiento de Umberto Eco con relación a los libros: “El libro es como
la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez que se han inventado,
no se puede hacer nada mejor. No se puede hacer una cuchara que sea mejor que
la cuchara, dice Umberto Eco, en un texto
donde hace una apología del libro por medio de un diálogo con Jean-Claude
Carrière, titulado Nadie acabará con los libros.
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Este texto ha sido publicado en el sitio Cambio de Michoacán, en la dirección http://www.cambiodemichoacan.com.mx/editorial-7262
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